sábado, 2 de noviembre de 2019

Julio Ramos Díaz



Julio Ramos Díaz, abogado, doctor, profesor y académico. Nació en Cádiz en 1928.
Entre 1985 y 1988 ha sido durante tres mandatos consecutivos decano del Colegio de Abogados de Cádiz y ha pertenecido al Consejo Consultivo de Andalucía.

Familia

Su padre, Julio Ramos Hermoso, era militar y abogado. Es el mayor de una familia de cuatro hermanos. Todos estudiaron Derecho. Su hermana Pura fue la primera abogada de Cádiz. Se casó con María Teresa González Santiago. El matrimonio no tiene hijos.

Formación

Empezó a estudiar en las Carmelitas. Después pasó a San Felipe Neri. Tras ser encarcelado su padre, dejó los estudios en 1936 por falta de medios. Sin embargo, el padre Vicente López y el director del colegio, José Maeztu, fueron a buscarlo a su casa y lo admitieron como alumno gratuito hasta 1942. No olvidaban que su padre, con tropas de Artillería, los había protegido en los asaltos de marzo del 36.
Julio empezó a estudiar Derecho en Cádiz por libre. Hasta que Francisco de Pelsmaeker, catedrático de Romano, le consiguió una beca para que estudiara en la Facultad de Derecho de Sevilla. Allí se encontró con otro hombre que sería como un padre profesional: Manuel Giménez Fernández. Julio le profesó una gran amistad, casi devoción.

Docencia

Estuvo cinco años trabajando en Sevilla como profesor ayudante. En ese periodo elaboró su tesis doctoral sobre fray Bartolomé de las Casas.
En tiempos de Barbadillo, colaboró con Valdecantos en la creación del centro de la UNED en Cádiz. Fue tutor en este centro hasta que se jubiló.

Guerra Civil

La vida cambió para la familia Ramos el 18 de julio de 1936. El padre ejercía de comandante de Artillería y se negó a sublevarse con las tropas franquistas, a pesar de su amistad con el general Varela. Fue encarcelado en el castillo de Santa Catalina.También fue amigo de Alcalá Zamora. Era un republicano de orden, que estudió con los Escolapios y defendió templos en los asaltos de marzo del 36.
Fueron expulsados de los pabellones militares y les pusieron los muebles en la calle. Su madre, Pura Díaz, alquiló un piso en Cádiz y desde entonces, su mayor afán fue conseguir que no fusilaran a su marido y que lo pusieran en libertad.
Queipo de Llano que les conocía prometió a su madre que no lo fusilarían. Lo condenaron a seis años. Fue indultado en septiembre de 1939, tras cumplir más de 3 años encarcelado.
Tras quedar en libertad, su padre tuvo dificultades, porque en el Colegio de Abogados no lo admitían por su pasado. Sin embargo, pudo ejercer y contó con el apoyo de abogados como Félix Bragado, Cayetano Súnico, y Juan Antonio Ollero. También le ayudaron sus compañeros artilleros, que mantuvieron la amistad, a pesar de no estar en el bando vencedor.

Actividad en Cádiz

Volvió a Cádiz para trabajar en la Diputación tras conseguir una plaza de oficial técnico. En 1961 obtuvo plaza de letrado.
También trabajó como abogado para el Ayuntamiento cuando era alcalde Carlos Díaz. Antes colaboró con José León de Carranza, con quien tenía una larga amistad. Casualmente, lo llevó a su casa en coche el día que sufrió el fatídico accidente en Río Arillo.
Ha tenido amistades de todos los colores. El obispo Tomás Gutiérrez fue cliente de su padre, cuando trabajaban en el bufete de Valverde (en la casa del Beaterio). Un día don Tomás le dijo a su padre: "Ojalá todos los rojos hubieran sido como usted".
Las relaciones con el Obispado las recibió Julio Ramos Díaz en herencia, cuando murió su padre en 1963. Posteriormente sería albacea en el testamento del obispo. Esas relaciones eclesiásticas las mantuvo con Añoveros, Dorado y Ceballos, y las ha dejado ya con Zornoza, cuando se ha retirado definitivamente.

Bufete

En 1975 trasladó su bufete a la calle Juan Ramón Jiménez, donde reside. Allí trabajó con su hermana Pura, y con un sobrino y dos sobrinas. Tuvo como compañero, desde los tiempos de Valverde, a Juan Pablo Rodríguez Sánchez.

Colegio de Abogados de Cádiz

Cuando entró como diputado del Colegio de Abogados de Cádiz tenía la espinita clavada de que en otros tiempos expulsaron a su padre. Estuvo en juntas con Federico Sahagún y Miguel Fernández Melero.
Después fue elegido decano en tres ocasiones. Cuando posó para el retrato pidió que se lo firmaran solo como Julio Ramos (sin Díaz), en homenaje a su padre.
Abordaron proyectos importantes, como la nueva sede y la creación de la Escuela de Prácticas Jurídicas y Forenses, donde colaboraron muchos abogados, especialmente José Luis Suárez.
Ha sido el primer presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Abogados. Fue una iniciativa suya, junto al presidente de la Junta, Manuel Chaves. Ahora es presidente honorario.
Asimismo fue miembro del Consejo General de la Abogacía.

Academias

Es académico de Legislación de Granada.

Reconocimientos honoríficos
  • El Papa Benedicto XVI le concedió la Cruz Pro Ecclesia et Pontifice, en reconocimiento a su fidelidad a la Iglesia y el servicio a la comunidad eclesial.
  • Ha recibido la Cruz de San Raimundo de Peñafort, entre otras distinciones.


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