Antonio Vico y Pintos, actor de teatro. Nació en Jerez de la Frontera (Cádiz) en 1840 y murió en un barco en Nuevitas, (Cuba) en 1902 a los 62 años de edad.
Fue
un actor muy completo; con la misma maestría interpretaba lo cómico
y lo dramático. Decían que era capaz de hacer llorar o reír al
espectador con un solo gesto. Su fuerza estaba en la mímica, en el
gesto, en los silencios, en los mutis, en las transiciones; era
esencialmente efectista.
Familia
Hijo
del actor Antonio Vico y López de Adrián. Estuvo casado.
Tuvieron once hijos entre ellos el actor José Vico, es abuelo
del también actor Antonio Vico Camarero, tío del
dramaturgo Guillermo Perrín y Vico y bisabuelo de la
actriz María Vico y Jorge Vico Carbonell, y tatarabuelo
de Antonio Vico Rodríguez.
Idólatra
de su familia, arrastraba con él a su mujer y a su enorme prole allá
donde se requería su arte.
Formación
Sus
padres le proporcionaron una esmerada educación con el deseo de que
estudiara medicina. Pero su gran afición por el teatro y sus grandes
cualidades para la interpretación, le llevaron con sólo 14 años, a
presentarse como actor en Málaga con la compañía que dirigía su
padre.
Trayectoria
artística
En
1865 fue contratado por el Teatro de la Princesa de Valencia y estuvo
actuando durante cinco temporadas, alternando este escenario con el
del Teatro Principal.
En
1870, ya con inmensa reputación, se presentó en Madrid, en el
Teatro Lope de Rueda, con La bola de nieve, de Manuel
Tamayo y Baus.
Fue
protagonista de la escena madrileña durante más de veinte
temporadas cómicas, prodigándose sobre todo en los Teatros Apolo y
Español.
Estrenó
piezas de numerosos autores contemporáneos, pero sobre todo de
[[Echegaray]], que le consideraba el mejor intérprete de sus obras.
Su
actuación en El gran galeoto, forma parte de la historia del teatro
español. Representó también dramas de García Gutiérrez, Rubí,
Duque de Rivas…
Fue
Hamlet, Don Juan Tenorio, el Cid… obtuvo grandes éxitos con obras
como Los amantes de Teruel, En el puño de la espada, La muerte
en los labios, Cid Rodrigo de Vivar, La
Pasionaria, Otelo, Vida alegre y muerte triste.
Rivalidad
Por
aquel tiempo surgió un nuevo actor que pronto se ganó el favor del
público, llamado Rafael Calvo Revilla. En principio, ambos se
repartían la obras de Echegaray, hasta que por una serie de
desavenencias entre ellos, Vico optó por marcharse de Madrid para
trabajar en provincias.
El
exceso de trabajó le causó gran agotamiento cayendo enfermo. Calvo
fue entonces a buscar a su ex compañero y lo convenció para que
volviera a la Capital. Sus éxitos, esta vez en la Zarzuela y en el
Apolo fueron resonantes.
En
1896, cuando parecía le había llegado el declive en su vida
artística, obtuvo uno de los más resonantes éxitos de su historia
con la representación de drama: Juan José de Joaquín
Dicenta.
Fallecimiento
En
la temporada de 1892-1893 había hecho su primer viaje a América: en
la autobiografía que escribió, y a la que tituló “Mis
memorias”, cuenta detalladamente esta primera aventura por
Buenos Aires, Chile, Perú, Ecuador, Panamá, Venezuela…
Comenzó
el nuevo siglo delicado de salud y aceptando un contrato en aquel
continente. Allí murió el 5 de marzo de 1902 al llegar a las costas
de Cuba. Posteriormente fue trasladado a España e inhumado en el
madrileño cementerio de San Justo.
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