Manuel
de Falla y Matheu, compositor y académico. Nació en Cádiz en
1876 y murió exiliado en Alta Gracia (República Argentina) en 1946
a los 69 años de edad.
Fue
un genuino representante del nacionalismo musical español y es
uno de los compositores españoles más importantes de la primera
mitad del siglo XX.
Familia
Era
hijo de José María Falla y Franco y de María Jesús Matheu y
Zabala. Se casó con Cristina de Aranjuez. No consta que tuviese
descendencia.
Formación
Recibió
sus primeras lecciones de solfeo de mano de su madre que era
pianista y de su abuelo, prosiguió con estudios de piano.
Se
trasladó a Madrid para estudiar en el Real Conservatorio de Música
y Declamación. Allí se perfeccionó en piano de la mano de buenos
profesores. Superó, con la calificación de sobresaliente, los tres
primeros años de solfeo y cinco de piano que los estudió por libre
y obtuvo, por unanimidad, el primer premio de piano.
Lugares
de residencia
Después
de pasar sus primeros años de vida en Cádiz, pasó unos años en
Madrid, luego continuó su formación mediante becas en París. Viajó
por varios países europeos. Con motivo de la Primera Guerra Mundial
que se inició en 1914, regresó de nuevo a Madrid. Hacia 1926, se
estableció en Granada, donde vivió de forma ininterrumpida hasta
1939, en que tomó el camino del exilio hacia la República Argentina
donde falleció en 1946.
Estructura
de su obra creativa
Durante
su estancia en París compuso sus obras más célebres: “El amor
brujo”, “El sombrero de tres pico”, “Siete canciones
populares españolas”, la “Fantasía Baética” y “Noches
en los jardines de España”.
Su
estilo fue evolucionando a través de estas composiciones desde el
nacionalismo folclorista que revelan estas primeras partituras,
inspiradas en temas, melodías, ritmos y giros andaluces o
castellanos, hasta un nacionalismo que buscaba su inspiración en la
tradición musical del Siglo de Oro español y al que
responden la ópera para marionetas “El retablo de Maese
Pedro”, una de sus obras más alabadas, y el “Concierto para
clave y cinco instrumentos”.
Mientras
que en sus obras anteriores Falla hacía gala de una extensa paleta
sonora, heredada directamente de la escuela francesa, en estas
últimas composiciones, su estilo fue haciéndose más austero y
conciso, y de manera especial en el Concierto.
Los
últimos veinte años de su vida, Manuel de Falla los pasó
trabajando en la que consideraba había de ser la obra de su vida:
la cantata escénica “Atlántida”, sobre un poema
del poeta catalán Jacinto Verdaguer.
Relaciones
con el flamenco
En 1901 conoció
a Felipe Pedrell, que despertó en él el interés por el flamenco
y, en especial, por el cante jondo. Compuso obras como Cortejo
de gnomos y Serenata, ambas para piano.
La
vida breve
En
1904, compuso la ópera “La vida breve”, en colaboración
con Carlos Fernández Shaw, que se hizo acreedora del primer premio
de un concurso convocado por la Real Academia de Bellas Artes de
San Fernando. Hasta 1913 no se pudo estrenar y fue en el Casino
Municipal de Niza y el 7 de enero de 1914 se estrenó en
el Teatro Nacional de la Opéra-Comique de París. Max
Eschig publicó la partitura y se convirtió en el editor
de Falla.
Estancia
en París
En 1907 se
trasladó a París, por consejo de Joaquín Turina y allí entró en
relación con Maurice Ravel, Isaac Albéniz y Pablo Picasso entre
otros genios de la época.
Es
difícil saber qué experiencia vivida pudo cambiar el rumbo de una
sensibilidad artística creadora pero la relación que Falla mantuvo
con estos músicos en París influyó de manera determinante en su
música posterior. Allí le aconsejaron que tomara el flamenco como
fuente de inspiración.
Regreso
a España
Tras
el inicio de la Primera Guerra Mundial, Falla regresó a España
y fijó su residencia de nuevo en Madrid. En noviembre se
representó La vida breve en el Teatro de la Zarzuela.
El 15 de enero de 1915, Joaquín Turina y
Manuel de Falla fueron homenajeados por el Ateneo de Madrid.
El
amor brujo
En
1915 tuvo lugar el estreno de la primera versión de El amor
brujo en el Teatro Lara, interpretado por Pastora
Imperio en el papel de Candelas y bajo la dirección
orquestal de José Moreno Ballesteros, padre de Federico
Moreno Torroba, quien tocó la parte de piano.
El
sombrero de tres picos
Los
Ballets Russos de Diágilev realizaron el estreno de El sombrero
de tres picos en el Alhambra Theatre de Londres,
con coreografía de Massine y decorados y figurines
de Pablo Picasso. Esta obra pasó a formar parte del repertorio
fijo de la compañía rusa.
Noche
en los jardines de España
Esta
obra se estrenó en el Teatro Real de Madrid a cargo de la
orquesta sinfónica de Madrid junto con el pianista José
Cubilesy dirigida por Fernández Arbós. En1920, tuvo lugar el
estreno en París, bajo la dirección de Enrique Fernández
Arbós y con Joaquín Nin en el papel solista.
Fantasía
baética
En
1920, Arthur Rubinstein estrenó en Nueva
York la Fantasia Baetica.
El
retablo del Maese Pedro
Se
estrenó la versión de concierto en el Teatro San Fernando de
Sevilla. La escenificación de la obra tuvo lugar en París, en el
palacete de la princesa Edmond de Polignac en1923. En Nueva
York tuvo lugar la representación de El retablo de Maese Pedro
con la Philharmonic Symphony Orchestra, Wanda Landowska y Willem
Mengelberg, como director.
Auto
sacramental de Pedro Calderón de la Barca
Falla
compuso la música para la representación del auto
sacramental de Pedro Calderón de la Barca El estreno
se realizó en la Plaza de los Aljibes de la Alhambra y fue
organizada por el Ateneo de Granada y la Junta de Damas de Honor y
Mérito. En dicha representación intervinieron además, Antonio
Gallego Burín como director artístico, Hermenegildo Lanz como
escenógrafo y Ángel Barrios como director de orquesta.
En
1919, Falla fijó su residencia en Granada. La primera obra que
compuso en Granada fue “Homenaje pour le Tombeau de Claude Debussy”
para guitarra. El estreno tuvo lugar el 24 de
enero de 1921 en París.
En
esa época, estuvo muy vinculado con la vida cultural de la ciudad
andaluza y frecuentó las amistades de varios personajes como
Fernando de los Ríos y sobre todo, Federico García Lorca.
Se
unió a Miguel Cerón, Federico García Lorca, Hermenegildo Lanz y
otros miembros de la "tertulia del Rinconcillo", para
celebrar un concurso de cante jondo a fin de rescatar el
"canto primitivo andaluz". El festival musical se
materializó en la Plaza de los Aljibes de la Alhambra.
Durante
esta etapa realizó algunos viajes a Francia, Bélgica e Italia y
en Madrid conoció a Ernesto Halffter.
Publicaciones
Falla
realizó el prólogo de la Enciclopedia abreviada de Música, de
Joaquín Turina, y publicó Nuestra música en el número
de junio de la revista Música.
Publicó
un artículo titulado "Claude Debussy et l'Espagne" en La
Revue Musicale.
La
Revue Musicale publicó dos artículos de Falla: "Felipe
Pedrell, (1841-1922)" y "Wanda Landowska à Grenade".
Conferencias
Falla
pronunció una conferencia titulada El arte profundo de Claude
Debussy en un homenaje que rindió el Ateneo de Madrid al compositor
francés.
Academias
Manuel
de Falla fue propuesto como académico numerario de la Real
Academia de Bellas Artes de Granada, siendo admitido por unanimidad.
En
1924 fue nombrado académico de honor de la Real Academia
Hispano-Americana de Ciencias y Artes de Cádiz.
Fue
nombrado miembro de la Hispanic Society of America.
Fue
nombrado miembro de la Kungliga Svenska Musikaliska Akademien
Vágnar de Estocolmo.
Biografías
John
Brande Trend publicó el primer libro monográfico sobre Falla
en Nueva York, titulado Manuel de Falla and Spanish music.
Reconocimientos
honoríficos
- El Centro Artístico de Granada le tributó un homenaje.
- Hijo adoptivo de la ciudad de Sevilla
- Hijo predilecto de la ciudad de Cádiz
- Fue nombrado Caballero, con el grado de Gran Cruz, de la Orden de Alfonso X el Sabio en
- Se realizó un "Festival Falla" en Madrid, en el que el propio compositor interpretó el Concerto.
A
pesar de que Falla había tenido ciertas relaciones con el bando
franquista a través de un trabajo realizado con José María Pemán,
y había sido crítico con algunas actividades republicanas, no se
pudo evitar de que en septiembre de 1939, después de finalizada
la Guerra Civil, Manuel de Falla se exiliase en Argentina, a
pesar de los intentos de los gobiernos del general Franco, por
evitarlo y que le ofrecían una pensión si no se iba de España.
Vivió
en su exilio argentino gracias a la ayuda de algunos mecenas,
entre ellos la familia Cambó, y lo hizo de forma tranquila en una
casa en las sierras, donde su hermana cuidaba de él.
Falleció
el 14 de noviembre de 1946 Sus restos fueron
trasladados desde Argentina hasta su tierra natal. En Cádiz fueron
recibidos por su familia, José María Pemán y diferentes
autoridades eclesiásticas, civiles y militares. El cortejo fúnebre
se dirigió del muelle a la Catedral de Santa Cruz de Cádiz.
Con autorización expresa del papa Pío XII, los restos fueron
enterrados en la cripta de la catedral, donde se encuentran
actualmente junto a los de José María Pemán.
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