Federico
Rubio y Galí, médico, cirujano, profesor, político y
académico. Nació en El Puerto de Santa María (Cádiz) en 1827 y
falleció en Madrid en 1902 a los 75 años de edad. Desarrolló gran
parte de su vida profesional en Sevilla. Creó en 1868 la Escuela Libre de Medicina y Cirugía de Sevilla y en 1917 la Facultad de Medicina con raíces en 1868.
Aparte
de su implicación en organismos e instituciones renovadoras Federico
Rubio fue uno de los mejores cirujanos de la época y publicó
numerosos estudios de su especialidad en Revista Iberoamericana
de Ciencias Médicas y Manual de Clínica Quirúrgica,
además de varios libros sobre medicina, temas gaditanos y memorias,
para que fuesen conocidos por las nuevas generaciones de médicos.
Familia
Formación
Estudió
bachillerato y posteriormente medicina, en la Universidad de Cádiz,
fue un alumno brillante y acabó la carrera en 1850 y durante sus
estudios ejerció de ayudante de disector y antes de terminar la
carrera publicó un libro titulado “Manual de Clínica Quirúrgica”.
Docencia
En
1890 se creó bajo la dirección de Federico Rubio el Instituto de
Terapeútica Operatoria en el Hospital de la Princesa de Madrid, con
el objeto de impulsar la enseñanza de las especialidades
quirúrgicas, que ha sido la institución renovadora más importante
y la que más ha perdurado de las fundadas por aquella época. En el
seno de esta institución se formó años más tarde la Escuela de
Enfermería de Santa Isabel de Hungría, que fue la primera escuela
para enfermeras laicas en España y que inició la moderna
enfermería en España.
Inicios
profesionales
Inició
su actividad profesional en Sevilla y en 1850 opositó a la plaza de
primer cirujano del Hospital de Sevilla, pero debido a su militancia
en el partido demócrata y la publicidad dada a sus ideas
revolucionarias determinarán que se le niegue la plaza a pesar de
sus brillantes ejercicios, pese a estos inconvenientes pronto
consigue gran fama como cirujano y 'una gran popularidad entre las
clases humildes que le valen la aureola de ser considerado el médico
de los pobres'.
Militancia
política
Sus
inquietudes intelectuales le llevaron a relacionarse con los
personajes más progresistas de Sevilla encabezados por el
catedrático y filósofo Federico de Castro Fernández, su ideario
político lo dejó plasmado en el libro que publicó en 1864 titulado
“El Ferrando”.
Participó
en la conspiración contra el Gobierno de Narváez y como fracasaron
le obligaron a exiliarse en Londres y París, circunstancia que
aprovechó para seguir perfeccionando sus técnicas como cirujano al
trabajar con eminentes cirujanos de esos países y recibir sus
enseñanzas.
Relevancia
como médico
El
triunfo de la revolución de 1868, y tras su regreso a Sevilla,
favoreció la implantación de nuevas técnicas quirúrgicas que
había aprendido en el exilio. De esta manera realizó la primera
ovariotommía y la primera extirpación de matriz que se realizaron
en España, así como la histerectomía, nefrectomía y la
extirpación completa de laringe.
A
petición suya, las autoridades revolucionarias locales sevillanas,
crearon la Escuela Libre de Medicina y Cirugía, y un laboratorio de
Histología. La escuela contó con cátedras y especialidades propìas
de la cirugía. En esta escuela, Federico Rubio impartió a sus
alumnos los conocimientos y práctica que tenía sobre cirugía.
Su
militancia política se consagró cuando en 1869 y 1971 fue elegido
diputado por Sevilla encabezando la candidatura republicana. En 1873
fue nombrado por la República embajador en Londres pero como fracasó
la República y el gobierno inglés no la había reconocido no pudo
tomar posesión del cargo.
A
su regreso del extranjero fijó su residencia en Madrid, donde
también consiguió gran éxito como cirujano. Continuó
relacionándose con los personajes intelectuales más progresistas de
la época como Francisco Giner de los Ríos, y la Institución Libre
de Enseñanza.
Como
médico se relacionó con los colegas más renovadores que intentaban
superar las estructuras más anquilosadas del academicismo oficial.
Fue profesor en la Escuela Libre de Medicina y Cirugía que había
creado Pedro González de Velasco.
Publicaciones
y divulgación
Publicó
numerosos estudios de su especialidad en Revista Iberoamericana
de Ciencias Médicas y Manual de Clínica Quirúrgica,
además de varios libros sobre medicina, temas gaditanos y memorias,
para que fuesen conocidos por las nuevas generaciones de médicos.
Academias
Fue
elegido académico de la Real Academia de Medicina, versando su
discurso de ingreso sobre la hemostasis
Reconocimientos
honoríficos
En
1900, fue nombrado profesor honorario del Real Colegio de Cirujanos
(Royal College of Surgeons) de Londres, y se le concedió el título
de “Príncipe de la Cirugía”
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